Las centrífugas de laboratorio se usan en diversos campos, como la biología, la química y la ingeniería. A menudo se utilizan para separar sustancias de diferentes densidades o para la separación de células biológicas.
En este artículo hablaremos sobre la historia de las centrífugas y sus aplicaciones en la ciencia. También mencionaremos algunos tipos de centrífugas y sus usos.
Introducción: ¿Qué es una centrífuga?
Una centrífuga es una máquina que separa sustancias en función de sus densidades.
Los dos tipos básicos de centrífugas son la centrífuga de sobremesa o de laboratorio y la centrífuga industrial.
La centrífuga de laboratorio es el tipo más común utilizado en un entorno de laboratorio. Tiene un recipiente fijo con un brazo que sostiene el rotor, que gira a alta velocidad para separar las sustancias en función de sus densidades.
¿Cuáles son los usos de una centrífuga de laboratorio?
Una centrífuga de laboratorio es un dispositivo que separa sustancias según su peso. La centrifugación es una de las técnicas más importantes y ampliamente utilizadas en los campos de la bioquímica, la biología celular y molecular y la medicina.
La investigación actual y las aplicaciones clínicas se basan en el aislamiento de células, orgánulos subcelulares y macromoléculas.
Se utiliza para separar diferentes tipos de células, como glóbulos y plaquetas, para producir plasma sanguíneo. También se puede usar para separar partículas sólidas de un líquido o gas haciendo girar el líquido o el gas a altas velocidades.
Una centrífuga de laboratorio utiliza la fuerza centrífuga para separar las sustancias según su peso. Todo el proceso ocurre en un tubo dentro de la máquina.
¿Cuáles son los diferentes tipos de centrífugas de laboratorio?
Las centrifugadoras se utilizan en laboratorios para separar diferentes componentes de un líquido haciéndolos girar a alta velocidad. El dispositivo generalmente se coloca en un banco de laboratorio.
Existen varios tipos de centrífugas de laboratorio, cada una diseñada para aplicaciones específicas. A continuación, se presentan algunos de los tipos más comunes de centrífugas de laboratorio:
- Centrífuga de bancada: Estas son centrífugas de uso general utilizadas en la mayoría de los laboratorios. Son versátiles y pueden acomodar una variedad de rotores y tamaños de tubos de ensayo.
- Centrífuga de alta velocidad: Diseñadas para alcanzar velocidades muy altas, estas centrífugas son ideales para aplicaciones que requieren una separación muy eficiente de partículas pequeñas, como la separación de componentes celulares.
- Centrífuga refrigerada: Estas centrífugas tienen sistemas de refrigeración incorporados que mantienen las muestras a temperaturas más bajas durante la centrifugación, lo que es útil en aplicaciones sensibles al calor, como la biología molecular.
- Centrífuga de mesa de ángulo fijo: Utilizadas para la sedimentación de partículas en ángulos fijos, como la separación de partículas basadas en su densidad.
- Centrífuga de mesa de ángulo variable: Permiten ajustar el ángulo del rotor para adaptarse a diferentes aplicaciones, como la separación de componentes celulares o la purificación de ADN.
- Ultracentrífuga: Estas centrífugas son capaces de alcanzar velocidades extremadamente altas y se utilizan en investigaciones avanzadas y aplicaciones como la purificación de partículas subcelulares o la caracterización de biomoléculas.
- Centrífuga de micropocillos: Diseñadas para tubos de menor capacidad, como tubos de PCR o tubos de microcentrífuga. Son comunes en aplicaciones de biología molecular.
- Centrífuga de hematocrito: Específica para la determinación del porcentaje de células sanguíneas en una muestra de sangre, como los hematocritos.
- Centrífuga de gran capacidad: Utilizadas para muestras de mayor volumen o para aplicaciones industriales, como la separación de productos químicos a granel.
Estos son solo algunos ejemplos de los tipos de centrífugas que se utilizan en laboratorios. La elección de la centrífuga adecuada depende de las necesidades específicas de la aplicación y del tipo de muestras que se están procesando.
¿Qué muestras se centrifugan?
Como sabe cualquier científico, la recogida y el análisis de datos es una carrera contra el reloj. Las muestras inconstantes pueden hacer que falten datos o que los resultados sean sesgados. En el laboratorio, las muestras deben recogerse, transportarse y analizarse rápidamente para que sean útiles a los investigadores.
Para asegurarse de que sus muestras son estables y están libres de contaminación, la mayoría de los laboratorios utilizan centrifugadoras para separar los diferentes componentes de la muestra. Un tipo popular de centrífuga es la centrífuga universal, que puede configurarse para girar a diferentes velocidades dependiendo de la aplicación.
Aunque hay muchas centrifugadoras diferentes en el mercado, la mayoría de los laboratorios se quedan con la misma marca para asegurarse de tener un producto fiable y versátil.
Además, la mayoría de los laboratorios utilizan un método de extracción en fase sólida para la recogida de la muestra, lo que evita la entrada de cualquier contaminante en la misma. Recoger y analizar los datos de forma rápida y eficiente es clave para cualquier investigador, y las centrífugas avanzadas ayudan a los laboratorios a realizar el trabajo.
¿Cómo funciona una centrífuga de laboratorio?
Una centrífuga funciona haciendo girar un recipiente alrededor de un punto central, generalmente a altas velocidades. Esto hace que el componente líquido más pesado se desplace hacia el exterior del recipiente mientras que el más ligero permanece en el medio. El proceso se usa a menudo como una forma de separar líquidos u otros materiales.
En definitiva, la centrífuga de laboratorio es una herramienta muy importante para cualquier investigador. Se puede utilizar para muchos experimentos diferentes, y tiene una serie de ventajas que la hacen destacar del resto.