Las gradillas para tubos son un sistema de almacenamiento para tubos de ensayo que se utilizan en laboratorios.
Son fáciles de usar, pueden sostener varios tubos de ensayo al mismo tiempo y se pueden adaptar a cualquier tamaño de tubo.
¿Qué es una gradilla de laboratorio?
Una gradilla para tubos de ensayo, es un equipo de laboratorio que se utiliza para sostener varios tubos en posición vertical al mismo tiempo.
Las gradillas también brindan almacenamiento protector para los tubos de ensayo y facilitan mucho su transporte y limpieza .
Una gradilla de laboratorio también es muy importante para proporcionar entornos seguros y eficientes para que médicos, investigadores y científicos trabajen sin riesgo de contaminación o rotura de tubos de ensayo.
Usos de las gradillas en laboratorios
Las gradillas de laboratorio, se utilizan para sostener en posición vertical varios tubos de ensayo al mismo tiempo.
Se usan más comúnmente cuando se necesita trabajar con varias soluciones diferentes simultáneamente, por razones de seguridad, para el almacenamiento seguro de los tubos de ensayo y para facilitar el transporte de múltiples tubos.
Algunas aplicaciones específicas de las gradillas en distintos tipos de laboratorio incluyen:
- Laboratorios clínicos: Se usan para organizar tubos de ensayo en pruebas de sangre, orina y otros fluidos, facilitando su transporte y manejo.
- Laboratorios químicos: Permiten la disposición segura de tubos con reactivos peligrosos o corrosivos, previniendo derrames.
- Laboratorios biológicos: Utilizadas para preparar cultivos, almacenar soluciones y realizar experimentos microbiológicos o moleculares.
Cada tipo de laboratorio adapta las gradillas según sus necesidades operativas.
Tipos de gradillas de tubos
Las gradillas de tubos de ensayo pueden diseñarse para ser inclinadas, apilables, entrelazadas o fabricadas específicamente para el secado.
También están disponibles en materiales diferentes, gradillas metálicas, de madera, etc…
- Gradillas de madera. Los primeras gradillas de tubos clásicos estaban hechas de madera. Hoy en día, rara vez se usan, ya que pueden dañarse durante los procesos de esterilización en autoclave y son difíciles de desinfectar, atrapando bacterias.
- Gradillas de acero. Las gradillas de acero inoxidable son muy eficaces ya que no son corrosivas para los fluidos corporales, son estériles y pueden contener tubos de ensayo durante los procesos de esterilización en autoclave sin dañarse.
- Gradillas de aluminio. El aluminio puede ser menos costoso que el alambre de acero, sin embargo, no es tan fuerte y es más probable que se combe, deforme o doble bajo el peso, la fuerza o el calor.
- Gradillas de plástico. Las gradillas para tubos de ensayo de plástico, como las gradillas para tubos de ensayo de polipropileno, se pensaron que eran la mejor solución para el manejo de materiales debido a la durabilidad del material, pero se dañan más fácilmente que las gradillas de acero.
- Gradillas de espuma. Si bien son económicas, lo suficientemente flexibles para adaptarse a muchos tipos de tubos de ensayo y pueden flotar en baños de agua, las gradillas de espuma de celda abierta se dañan fácilmente y no se pueden esterilizar en un autoclave.
Dibujo de una gradilla para tubos
Dibujo en color de una gradilla de laboratorio con tubos de ensayo.
La gradilla de laboratorio que desempeña un papel fundamental en la organización y manipulación de tubos de ensayo. Ya sea para mantener los tubos de forma segura y accesible o para permitir un secado uniforme, la gradilla es un aliado confiable en la investigación científica.
Su diseño versátil y funcionalidad la convierten en un componente indispensable en la rutina de cualquier laboratorio, contribuyendo a la eficiencia y precisión en diversas aplicaciones.
La próxima vez que nos encontremos frente a un conjunto de tubos de ensayo, recordemos el papel crucial que desempeña la modesta gradilla de laboratorio en el éxito de nuestras experimentaciones.