Como la mayoría de vosotros sabéis, los materiales de metal de laboratorio son esenciales para realizar muchos experimentos de laboratorio. Estos materiales suelen tener distintos tamaños, formas y pesos, por lo que es importante que los científicos seleccionen el adecuado para su experimento.
En esta entrada del blog, hablaremos de los distintos tipos de instrumentos metálicos, así como el uso y cuidados del metal en el laboratorio. ¡Permanece atento para saber más!
¿Qué instrumentos de laboratorio están hechos de metal?
El metal es muy utilizado en el laboratorio debido a su alto rendimiento y resistencia a las altas temperaturas; por ello, se suele emplear habitualmente para sujetar recipientes.
Los instrumentos de laboratorio de metal se utilizan para realizar análisis y experimentos. ¿Cuáles son los instrumentos metálicos más comunes? He aquí una lista de los instrumentos de metal más utilizados en un laboratorio.
- Trípode de laboratorio
- Mechero de Fisher
- Mechero Bunsen
- Calibrador digital de laboratorio
- Anilla de hierro de laboratorio
- Cucharilla
- Sacabocados de metal de laboratorio
- Doble nuez de laboratorio
- Balanza de laboratorio
- Tornillo micrométrico
- Soporte universal
- Gradilla de laboratorio
- Pinzas para bureta
- Pinzas para crisol
- Rejilla metálica o de asbesto
- Espátula de laboratorio
- Pie de rey de laboratorio
Sin embargo, el metal no siempre es la mejor opción para los fines del laboratorio. Algunos recipientes metálicos, pueden filtrar sustancias químicas potencialmente dañinas al contenido del recipiente o contaminar el propio metal.
Además, algunos tipos de metal pueden ser muy difíciles de limpiar y desinfectar. Por lo tanto, si buscas una opción metálica adecuada, es importante tener en cuenta el tipo de metal y los posibles riesgos que conlleva.
Por ejemplo, la mayor parte del acero inoxidable es seguro para su uso en el laboratorio, pero puede requerir un cuidado especial para minimizar los posibles contaminantes. Por el contrario, algunos tipos de metal fundido pueden ser demasiado blandos para ciertos procedimientos de laboratorio y pueden acabar rompiéndose.
En última instancia, tendrás que determinar el mejor metal para sus necesidades específicas en función de su presupuesto, sus preferencias y los requisitos de su experimento.
Cuidados del metal en el laboratorio
El metal en el laboratorio requiere atención especial debido a su susceptibilidad a la corrosión y a los daños químicos. Para prolongar su vida útil, es esencial:
- Limpieza regular: Utiliza detergentes suaves y agua destilada para eliminar residuos. Evita abrasivos que puedan rayar la superficie.
- Secado inmediato: Después de limpiar, seca completamente el metal para prevenir manchas y óxido.
- Almacenamiento adecuado: Guarda el material metálico en lugares secos y ventilados, lejos de productos químicos corrosivos.
- Inspección frecuente: Revisa el material en busca de signos de desgaste, como rayones o corrosión. Repáralo o reemplázalo si es necesario.
- Manipulación cuidadosa: Evita golpes y caídas que puedan deformar o dañar el metal.
Siguiendo estos consejos, asegurarás la durabilidad y funcionalidad del material metálico en tu laboratorio.
Materiales de laboratorio de metal y su función
Los metales se han utilizado desde la antigüedad para diversos fines, desde la fabricación de armas de proyectiles hasta el soporte de objetos delicados. Con el paso del tiempo, las diferentes funciones que desempeñan los metales en nuestras vidas han llevado al desarrollo de diferentes tipos de metales que pueden clasificarse según la función que cumplen.
Qué metales se usan para fabricar materiales de laboratorio
El metal es un material perfecto para producir instrumentos de laboratorio confiables y duraderos. El cobre, acero, titanio, aluminio y acero inoxidable son algunos de los tipos de metal más comúnmente utilizados para instrumentos de laboratorio debido a su combinación de precio, resistencia y funcionalidad.
Por ejemplo, los equipos de laboratorio que requieren gran resistencia y rigidez, como los platillos de pesaje, pueden fabricarse con metales gruesos y duraderos, como el aluminio y el acero pesado.
Los metales que son más ligeros y flexibles, como los que se utilizan para sujetar, pueden fabricarse con metales más delicados, como el cobre y el platino.
Del mismo modo, los metales que se utilizan para calentar sustancias pueden clasificarse según sus propiedades; los que son fríos al tacto, como la plata y el cobre, suelen utilizarse para calentar sustancias, mientras que los que son calientes al tacto, como el sodio, suelen utilizarse para enfriarlas.
Los metales pueden ser muy duraderos y livianos, perfectos para dispositivos que necesitan ser portátiles sin sacrificar resistencia.
Hay muchos instrumentos de laboratorio de metal, con distintas finalidades y características. En este artículo, hemos resumido algunos de los instrumentos de metal más comunes con los que puedes encontrarte en un laboratorio.